sábado, 11 de febrero de 2012

Un vivo recuerdo


Mamá,

Desconozco el lugar en el que te encuentras,
Ni tampoco sé si podrás escucharme,
Pero te dedico estas breves líneas:

Mamá, tu nombre no es más que un susurro esparcido por el viento,
Tu presencia, difuminada por el paso de los días,
Flota en tu cuarto,
Aquel cuarto donde acudía de noche para tumbarme a tu lado, acurrucado como un niño,
Para hablarte de mis preocupaciones y alegrías,
Pero hoy mis pasos huecos se paran en el marco de tu puerta sellada, observando sin lograr ver tu silueta.
Tu vida se me escapó de las manos un catorce de agosto. Traté de agarrarla pero el cáncer tenía otros planes y se cobró un alto precio.
Mamá, puesto que la rueda de la vida nos ha separado,
Espero que, cuando me toque, la muerte me deje nuevamente estar a tu lado.
Te echo de menos y espero que, allá donde estés sigas orgullosa de tu hijo,
Je t’aime.

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